Los cierres de temporada en todas las competiciones del balompié suelen ser emocionantes por ver quién se coronará campeón de su respectiva liga. Sin embargo, hay otros equipos que disputan jornadas de alarido por mantener la categoría y evitar el descenso a la segunda división. No siempre se puede quedar en primera, y estos lugares serán ocupados por quienes demostraron a lo largo de todo el año que merecen un sitio en el máximo circuito. Hoy tocó el turno al Saint-Étienne de despedir se de la Ligue 1 de Francia, hecho que no fue bien tomado por sus seguidores.
Inicialmente fue el Auxerre el que se adelantó como visitante, poniendo el dos contra uno global gracias al tanto de Hamza Sakhi, pero al minuto 71, Saint-Étienne volvió a respirar gracias a la marcación de Mahdi Camara. Los 90 minutos terminaron y las tablas prevalecieron. Durante la media hora de tiempo extra tampoco hubo quién se adelantara, dejando todo a decidir en los penales.
La penosa actuación de una afición que no supo perder
Un fallo en el primer cobro del Saint-Étienne marcó el mal augurio con el que terminaría este encuentro. Todos los demás rematadores locales y visitantes consiguieron marcar, terminando así 4-5 en tiros desde los once pasos. De esta forma, la afición vio a su propio equipo caer en casa, despidiéndose de la Ligue 1. La frustración fue tal que algunos fanáticos ingresaron al campo y lanzaron bengalas para tratar de agredir a los jugadores de Auxerre, saliendo lastimado el arquero, Donovan Leon.