Apenas el 30 de mayo del 2021, Cruz Azul consiguió romper una sequía de 23 años sin alzar un campeonato de Liga MX. La afición se encontraba al borde de la emoción sabiendo que había un plantel altamente competitivo que, según palabras de expertos en el medio, podía hacer época, sin mencionar que Guillermo Álvarez hijo, finalmente estaba fuera de las decisiones directivas de la Máquina. Sin embargo, aquel nuevo amanecer rápidamente se convirtió en una serie de errores propios de un manual para destruir a un club grande, con Víctor Velázquez como su principal autor.
Desde aquella derrota en semifinales contra Pumas, seis meses antes del título, el Presidente Administrativo de la Cooperativa Cruz Azul apareció en un video declarando que no se podía aceptar una actuación tan vergonzosa en la Noria, y aunque un torneo después se logró el máximo éxito deportivo del futbol mexicano, la realidad es que esto fue mera causalidad. Juan Reynoso llegó en calidad de bombero, no se reforzó al plantel pero llegaron elementos que estaban a préstamo como Walter Montoya, Bryan Angulo y Guillermo Fernández, sin mencionar la base de elementos como Jonathan Rodríguez, Luis Romo u Orbelín Pineda.
El gran problema fue que, esa misma plantilla histórica, solo se quedó un semestre más como Celeste, pues la directiva fue incapaz de gestionar las negociaciones para mantener a sus hombres más importantes.
- Jonathan Rodríguez: se fue a Arabia Saudita porque Cruz Azul no podía pagar lo que pedía.
- Orbelín Pineda: esperó a terminar su contrato para probar suerte en Europa.
- Yoshimar Yotún: no le renovaron el contrato.
- Roberto Alvarado: intercambiado por Uriel Antuna.
- Luis Romo: intercambiado por Carlos Rodríguez luego de tener problemas con la directiva por no aceptar una propuesta por él desde Europa.
A pesar de dejar escapar la base del grupo, Álvaro Dávila dio cátedra de cómo conseguir incorporaciones de buen nivel sin una gran cantidad de recursos económicos. Jugadores como Ángel Romero, Luis Abram, Erick Lira y los propios Charly Rodríguez y Uriel Antuna, arribaron para conformar el primer plantel, casi puro, de la era Velázquez.
Pero en un inesperado movimiento directivo, Dávila salió y Jaime Ordiales tomó su lugar, el mismo directivo que los jugadores no querían por no respaldarlos cuando Héctor Huerta, periodista de ESPN, los señaló de "recibir llamadas" previo a la derrota con Pumas. Naturalmente, la confianza ciega de Velázquez en Ordiales molestó al vestuario, quienes cerraron filas junto a un Reynoso a quien no le aceptaron la renuncia pero nuevamente, tal como ocurrió en el torneo posterior al campeonato, quedaron eliminados en cuartos de final.
Cruz Azul dejó la costumbre de calificar entre los cuatro primeros y apostó por el repechaje. La incomodidad era evidente, más cuando detuvieron a Joaquín Velázquez, auxiliar de Reynoso, por un crimen que no cometió y que a pesar de ser puesto en liberta, la Máquina no lo reincorporó al equipo de trabajo.
Lugo del mal torneo, Cruz Azul decidió poner punto final a su relación laboral con Reynoso, misma que finalizó como solo puede ocurrir en la Noria, con el último técnico que los hizo campeones demandando por no recibir su liquidación. Aunque esto ya se resolvió favorable a Juan.
¿Y luego? Pues Velázquez se dejó endulzar el oído por Ordiales nuevamente, así que contrataron a Diego Aguirre, un DT sin experiencia en México que apenas y tuvo unos días para entrenar con el plantel completo antes de que iniciara el Apertura 2022, pero que luego de ganar el Campeón de Campeones con Atlas, dio tanta seguridad que, otra vez, la directiva no reforzó al equipo.
El resultado ya lo conocemos, la mayor goleada en contra propinada por el odiado rival, América venció 7-0 a los Cementeros. ¿La solución? dejar el interinato en manos de Raúl Gutiérrez, alguien que mejoró en resultados pero que tampoco pudo trascender. Para este torneo, la historia es la misma, no refuerzos, nada de inversión notable.
Con todo lo anterior, queda la interrogante si esta era de Víctor Velázquez, donde se destruyó al plantel campeón, se dejó llevar por ideas de Ordiales, se registró la peor goleada en contra, no han habido refuerzos, se permitió que el último ídolo fuera a Coapa y se actuó pasivamente ante la promoción del Cata Domínguez sobre el crimen organizado, es realmente mejor a la administración anterior.
Se prometió otro rostro de Cruz Azul, pero mientras no se vuelva a tener un equipo competitivo, que no se va a lograr con un fichaje bomba como Radamel Falcao, esta institución actúa como equipo chico, bajo promesas vende humo de Víctor Manuel Velázquez.
Esta columna es una opinión del redactor y no refleja la postura de El10.com.