El pasado domingo se definió la llave de Semifinales entre Monterrey y Pachuca en el Gigante de Acero, encuentro que decepcionó totalmente a la afición local luego de que Rayados fuera incapaz de marcar por lo menos uno de los tres goles que necesitaba para lograr la hazaña, sin mencionar que un viejo conocido, Avilés Hurtado, les marcó de penal sorbe los últimos minutos y selló el pase a la Final, acto que fue mal visto por un sector de la fanaticada por interpretarlo como una burla, ocasionando que le lanzaran objetos y hubieran insultos racistas en contra del delantero Tuzo.
Lo curioso en todo este caso, es que la cédula arbitral del compromiso entregada por Luis Enrique Santander y el Comisario encargado del juego no señala ningún insulto de índole racial, por lo que no se puede iniciar una investigación a menos de que algunos de los clubes o un implicado directamente, es decir el propio Hurtado, lo soliciten. Según ESPN, en Hidalgo están muy molestos por lo que sufrió Avilés, pero por alguna razón, tampoco están dispuestos a pedir una búsqueda más profunda.
Los actos en contra de Avilés Hurtado como reflejo de una afición malcriada
No es la primera vez que se habla de problemas relacionados con la afición Rayada. En 2016 incendiaron las butacas del Estadio Cuauhtémoc. Durante la Final Regia tuvieron fuertes altercados con seguidores de Tigres que terminaron en lesiones y un muerto. Hace apenas unos meses aludieron a narco mensajes con las cabezas de Javier Aguirre y jugadores en hileras por fracasar en el Mundial de Clubes. Esta claro que la institución de Monterrey y la Liga MX deberían tomar cartas en el asunto, pues basta con ver que un aficionado Rayado intentó entrar al campo para agredir físicamente a Hurtado el fin de semana anterior, a quien insultaron racialmente desde que jugaba para los Regios.