Una fecha memorable prácticamente para cada persona nacida en Argentina: el abarrote de hinchas de todas las edades en cada esquina de todas las provincias de la región sudamericana, reflejan la euforia de todos aquellos que esperaron el campeonato de la Selección luego de los dos primeros títulos, en 1978 y 1986.
Te podría interesar
Con una toma panorámica a metros desde el emblemático Obelisco en Buenos Aires, se aprecian millones de personas portando el celeste y blanco, en pintura con tonalidades características de los sudamericanos, bajo un ambiente de festejo absoluto.
Entre cánticos y unión, aficionados adentrados en un escenario eufórico se han reportado desde la capital hasta otras locaciones, como la ciudad de Tigre, puertos o pequeñas comunidades.
La hazaña consolidada por el equipo de Lionel Scaloni generó una marca imborrable para el país y el futbol latinoamericano, quienes después de 36 años, caminan portando banderas al grito de "somos campeones otra vez"